Del viejo rodeo

Era bajo la luz de un farol en la 13ª.
Ahí, a pocos metros de donde ellas alquilan su amor.
Él era un criminal que esperaba el golpe.
Ella, una simple mujerzuela.
- ¡Pero qué guapo pinta con ese sombrero de copa y ese tabaco en la comisura de sus labios!
- Alejáte
- ¡Bueeih, querído! Eso no es feeling de un caballero...
- No soy un caballero... Por favor, señorita, aléjese...
- ¡Tío, que esta es mi calle! si no pagas, pues ers tu quien nada tiene que hacer aquí.

Pero qué honesto caballero...
Qué hermoso aquel color escarlata fluyendo sobre el asfalto bajo las luces de la calle...

- Estas no son horas para una dama... hay muchos
criminales rondando estas calles...

¿Pero quién iba a contestar?
¿Quién se atrevería a romper la tranquilidad de esa noche fría y nublada?
¿Por qué habría ella de romper la tranquilidad de un hombre y una sevillana?